Crónicas de un encierro involuntario
miércoles, 24 de octubre de 2018
miércoles, 17 de octubre de 2018
SRA. TRISTEZA. (Escrito por Carmen. Publicado en Memorias de una Psicoterapia)).
Yo nací hace muchos, muchos, muchísimos años, en un lugar oscuro, desolador y plagado de desgracias.
Me dijeron que no me preocupara porque era especial, porque estaba en todo el mundo y en todos los sitios a la vez.
Yo me lo creí.
Creí que era realmente especial porque abría mis manos y esparcía ese polvo mágico e invisible, pero que penetraba en todos esos lugares y almas, apoderándome de ellas.
Creí que era realmente especial porque abría mis manos y esparcía ese polvo mágico e invisible, pero que penetraba en todos esos lugares y almas, apoderándome de ellas.
A veces, por sorpresa.
Otras, con una sutil y delicada fineza que, cuando acordaban el dolor y la soledad ser sus compañeros, formaba yo, así, también parte de sus vidas.
Otras, con una sutil y delicada fineza que, cuando acordaban el dolor y la soledad ser sus compañeros, formaba yo, así, también parte de sus vidas.
De esta forma fui creciendo hasta convertirme en un gigante, invencible, horrible y temible que, por donde mi polvito caía, sembraba amargura y desesperación.
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