"Se puso de rodillas frente a ella, que en ese momento permanecía sentada al borde de la cama mirándole, mordiéndose el labio inferior mientras descruzaba sus piernas envueltas en hilo fino hasta sus muslos. Él subía su falda, lentamente, mientras cogía entre sus manos su pie izquierdo y besaba con dulzura la tira de cuero encharolado de sus zapatos de tacón de aguja. Le seducía ese pie tan bellamente adornado y no quería más que poner sus labios en contacto con él. Parecía una práctica inofensiva. Él susurraba ávidamente a sus pies que parecían responderle. Esos pies sensuales y corruptibles una, dos y hasta tres veces. Ella se dejó hacer.
¿Fetichismo?-Pensó alarmada en un principio. Buscó información y en el caso sexual leyó que consiste en la excitación erótica a través de un objeto incluso, en su posición más extrema, el recorte de un objeto, sustancia o parte del cuerpo en particular.
A él le gusta oler su ropa (sus bragas desaparecen cada dos por tres), lamerle los pies, los tacones extremos, las medias de seda, las botas altas, el látex y el cuero en las zonas íntimas, las pelis porno... sus gustos son inofensivos.
A veces le gusta fantasear con ser mujer...
Quiero que gane y tenga su trofeo. Hoy fumaré mientras me mira pasivo, maniatado, y dejo que me huela semivestida con negro satén. Y yo que parecía inofensiva me abandonaré a su olfato una, dos y hasta tres veces. Y él se dejará hacer".
Y tú, ¿eres fetichista? Cuéntanos tu experiencia ;-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Quieres dejar aquí tu opinión?