viernes, 22 de marzo de 2013

"SALIR DEL ARMARIO"




La experiencia de "salir del armario" en muchas ocasiones puede ser una dura situación donde aprender a abrir la mente a las diferencias -tanto el que sale como el que encuentra abierto el armario-. 
La revelación que este hecho supone para los padres y las personas íntimas, puede ser un choque a sus propias creencias y hay que dar tiempo para que puedan expresar sus sentimientos y entender desde una posición nueva el concepto de orientación sexual y todo lo que ello implica. A veces, el proceso no es fácil y para ti que das el paso, será un proceso largo ya que te encantaría que aceptasen con rapidez esta parte de tu vida.
Date cuenta que las personas cercanas pueden llevar un proceso similar al que tú has llevado durante tiempo y que esa reacción lenta y dolorosa, con mucha carga emocional, interferirá en la comprensión intelectual. Recuerda que tú ya te has adelantado en este proceso que para ellos es novedoso.
Se impone la paciencia ante las reacciones emotivas.
La primera reacción de los padres de un gay o lesbiana se concentra en el sentimiento de separación y pérdida (como el duelo por un ser querido) que es temporal.
Saber que eres gay o lesbiana con seguridad, aunque se haya sospechado con anterioridad o sea una sorpresa total, es un choque para el que recibe la noticia de primera mano.
Las etapas que vamos a ver no se ajustan en un orden perfecto para todos. Hay quien se saltará alguna, quien pasará poco tiempo por alguna de ellas y otros que necesitarán años. Unos pocos se quedarán atascados debido a la lástima que pueden sentir por sí mismos que les bloquea cualquier acción.
Aunque sea una situación complicada inicialmente, con un poco de paciencia y comprensión por parte de todos los implicados, es más fácil restaurar con rapidez la relación de origen. A veces, incluso mejora la relación porque hay más comunicación y sinceridad en la relación.
Etapas:

1. CHOQUE:

La etapa de "shock" puede anticiparse si crees que tus padres no tienen ni idea de lo que les vas a compartir. Puede durar de diez minutos a una semana, pero generalmente, se disipa en unos días. Establece una comunicación donde asegurarles la honestidad y el amor que sientes por ellos es muy importante. Les llegará cuando estén solos y piensen sobre ello. Recuérdales que eres la misma persona que ayer. 
Si ya tenían algún indicio te lo pondrán fácil, aunque eso no quitará que tengas que ayudarles a comprender y aceptar la realidad.

2. LA NEGACIÓN:

Es la etapa que ayuda a proteger a la persona de un mensaje amenazante o doloroso. Sí se oyó el mensaje y eso provoca la aparición de la negación que intenta generar un mecanismo defensivo para combatir el dolor que se siente. 
Formas de la negación: Hostilidad -"Ningún hijo mío va a ser marica"-, la no aceptación:- "¡Qué bien querido! ¿qué quieres para comer?"-, desprendimiento: -"Si escoges ese estilo de vida, no quiero enterarme más de eso"-, o el rechazo: - "Es solo una etapa, ya se te pasará". 
Puede manifestarse desde un estado hipnótico sereno hasta el llanto o gritos histéricos. Muchos padres piensan que los hijos se sienten atraídos por los reportajes de homosexualidad que salen en los medios de comunicación y, como son "inmaduros" y "no sabían lo que querían", han probado y están confundidos. Muchos querrán llevarte a algún psiquiatra (persona no gay con un punto de vista imparcial -según ellos-) para que te asesore sobre esta situación "pasajera" y así se te aclare la confusión.
Sugiéreles que tú vas si ellos van el mismo número de sesiones que tú. Pueden pensar que no les hace falta pero en el fondo les será de gran ayuda hablar con alguien sobre la "normalidad" de la homosexualidad. De este modo, podrán empezar a entender que aunque tu orientación sexual no es la norma, sí es una respuesta natural, normal y honesta para ti.
Si su negación toma forma de "No interesa hablar de eso" y no cambian durante una semana, deberás tomar la iniciativa gradual y cautelosamente. Entabla el tema de conversación suavemente cuando parezcan estar relajados: "Papá, hace tiempo que he querido hablar de esto contigo. Por favor, no me alejes de tu vida. No puedo seguir mintiéndote. Te quiero y quisiera que continuases queriéndome también." 
Personaliza tu mensaje de manera que penetres en sus defensas.
No es necesario que les brindes más información de la que te pidan de forma individual si es necesario. Respeta sus ritmos diferentes en el proceso de aceptación.

3. EL SENTIMIENTO DE CULPA:

Muchos creen que la homosexualidad es un problema y pretenden dar con la causa para que se cure. El padre examinará el modelo de masculinidad que ha sido para su hijo. Aunque ambos padres sienten culpa, el padre del mismo sexo que el hijo homosexual es quien siente la culpa más profundamente hasta que reconocen que no es el único factor para que su hijo/a sea homosexual y empiecen a preocuparse por lo que tú has pasado. En esta etapa están demasiado ensimismados para preocuparse por ti.
Tal vez sea necesario darles ayuda: el teléfono de una asociación de padres de gays y lesbianas o el nombre de otros padres que hayan acordado de antemano hablar con ellos. Es información que tardará su tiempo en fructificar.

4. LA EXPRESIÓN DEL SENTIMIENTO:

Cuando esté claro que el sentimiento de culpa y la auto recriminación no son productivos, tus padres estarán listos para hacer preguntas, escuchar tus respuestas y aceptar sus sentimientos. Este es el momento para el diálogo productivo entre ustedes. Ahora brotará toda la gama de sentimientos: "Me siento defraudado porque no tendré nietos"; "Por favor, no se lo digas a nadie en la familia: no estoy listo para enfrentarme con ninguna persona sobre este asunto"; "Me siento solo y herido"; "Creo que hubiese sido mejor no saberlo", "¿Como puedes herirnos de esta manera?"; "Preferiría morir".
Ya que tu vida en esta sociedad te ha obligado a sentir muchos de estos sentimientos (el aislamiento, el temor al rechazo, el dolor, la confusión, el temor al futuro...) puedes compartir con ellos tu experiencia con sentimientos similares. Sin embargo, permíteles suficiente tiempo para que lo expresen ellos mismos; no les dejes que tus necesidades se sobrepongan a las de ellos. 
Si ellos no han leído un libro o han hablado con otros padres, sugiéreles que lo hagan. Ofrécete para leer un capítulo con ellos e incluso a ir con ellos a cualquier reunión con otras personas que puedan ayudarles en el proceso.
La ira y el dolor son probablemente los sentimientos más frecuentemente expresados. Muchas veces son sentimientos iniciales que parecen rencorosos y crueles. Si es que tus padres han de progresar, es mejor que expresen estos sentimientos a que los escondan e intenten negar su existencia. Enfrentarte a estos sentimientos será difícil para ti. Tendrás la tentación de retirarte, arrepintiéndote de haber planeado el asunto. No te des por vencido, sin embargo, NO des marcha atrás. Al expresar estos sentimientos tus padres están camino de la recuperación. 

5. LA DECISIÓN PERSONAL:

A medida que el trauma emocional disminuya, tus padres podrán enfrentarse de una manera más racional al asunto. No seria raro que para este momento quieran detenerse a considerar sus opciones futuras. Es como llegar a una encrucijada en el camino. La manera como escoja cada persona refleja la actitud que ella esté dispuesta a asumir al enfrentarse a la situación. Puede que tus padres decidan tomar distintos caminos.
Un factor importante es la importancia que le den a la restauración de su relación contigo. Una variedad de factores les influenciarán según formulen la manera de enfrentarse a este asunto. A continuación se describen tres clases de decisiones:
La mayoría continuarán queriendo a sus hijos de una manera que les permita decir: "Sigues siendo mi hijo".   Podrán aceptar la realidad de la orientación sexual del hijo o hija y brindarle su apoyo. De hecho ahora la relación entre padres e hijos estará basada en al honestidad y respeto mutuos.
Algunas veces, los padres responden dejando claro que es un asunto que no requiere más discusión. Aunque pueden hablar del tema, lo consideran muy delicado. Han progresado hasta cierto punto y no quieren avanzar más. Esto no indica necesariamente una actitud negativa hacia ti. Ellos conocen sus límites y no quieren ser empujados mas allá de estos. Aunque deberás respetar esta actitud, todavía podrías intentar darles una mano. Déjales saber que los quieres -en dichos y en hechos-. 
El conocer a otras personas homosexuales (en números reducidos) les ayudará a romper con los tópicos.
Algunas palabras sobre el retroceso también son necesarias. La solución de problemas y el cambio de actitudes algunas veces parecen avanzar con dos pasos adelante y uno atrás . No es raro que los padres recaigan un paso o dos y vuelvan a discutir algo que tu creías ya se había resuelto. Permíteles el tiempo suficiente para digerirlo.


Fuente: Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB)

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