¡Hola a todos!
Hoy por fin os dejo con la experiencia de un hombre. Un valiente que quiere hablar de lo que ha significado para él buscar ayuda cuando no sabía cómo afrontar su vida solo.
Esperemos que muchos de vosotros os animéis a escribir lo que ha supuesto vuestra experiencia terapéutica en vuestra vida, por supuesto, también de forma anónima. Esto va para aquellos de vosotros que buscasteis ayuda, no de la que habéis vivido conmigo, sino con cualquier otro profesional y que queráis compartir con nosotros.
Cualquier experiencia, incluso la poco productiva, puede generar un aprendizaje. ¿Cuál es el tuyo?
Os recuerdo el correo donde podéis enviarlas o contactar conmigo:
rosa.formacion@gmail.com
¡Esos hombres y mujeres valientes, os esperamos!
* * *
Hola soy Pedro Salazar, y quiero compartir, con vuestro
permiso mi experiencia, por si puede ayudar a alguien:
Este mes de julio hace ya un año que recurrí a Rosa, para
pedirle ayuda. Estaba afrontando o tratando de afrontar la peor experiencia de
mi vida, había roto con mi pareja después de más de 8 años de convivencia. Esta
vivencia por la que pasaba me hizo replantearme un montón de cuestiones de mi
vida y algunos de ellas eran ya viejas conocidas mías, aspectos recurrentes de
mi vida que una y otra vez se han ido repitiendo en mis experiencias pasadas y
con mis relaciones, no encontraba salida y sabía que sólo me sería imposible
pasar esta experiencia de mi vida, nunca pensé que pudiera encontrarme en este
estado de ánimo, el abatimiento y la desgana iban ganando terreno y sentía poca
ilusión por no decir nada, por continuar adelante con mi día a día.
Rosa me ha acompañado en este proceso, no diciéndome lo que
tenía que hacer o como debía conducir mis circunstancias, sino sugiriendo el
camino a seguir, recomendándome cuestiones a trabajar, el trabajo no lo hace el
terapeuta (por lo menos no la gran parte), el esfuerzo es individual y en
muchas ocasiones uno vuelve a caer en el desánimo, en esos momentos siempre se agradecen
palabras de cariño y ánimo y esas palabras me las ha ofrecido Rosa, ella me
daba esas pinceladas que me han permitido reconducir mi intención a lo
verdaderamente importante, a recobrar mi autoestima (este camino que a priori
parece tan sencillo es largo y en algunos momentos agotador), pero la recompensa
final es “enorme”, gratificante y emocionante.
Creo que a los hombres más que a las mujeres nos cuesta pedir ayuda (en
mi caso es así), ahora sé sin lugar a dudas, que sin esta orientación de esta
excelente profesional y persona que es Rosa, no podría haber salido de ese
agujero donde me encontraba. Estoy muy agradecido a su trabajo y a todo el bien
que ha supuesto para mí el haber recurrido a ella.
Y si alguna vez cometo o vuelvo
a cometer algunos de los errores que motivaron en mi el recurrir a ella, siempre recordaré lo
que me decía, algo así como: “Pedro,
esto es como dejar de fumar un día te darás cuenta de que ya lo has
dejado”, el cambio en las conductas y la forma de afrontar las dificultades
requiere su tiempo y ahora me doy también esa comprensión y ese tiempo a mí
mismo, sabiendo ahora a donde quiero llegar y lo que quiero hacer con mi vida.
Llegué a ella por “casualidad”, alguien que me apreciaba me
regaló un libro que me llevo a donde Rosa pasaba consulta y doy gracias a este amigo, por haberlo
hecho.
Un beso enorme Rosa, espero que este sencillo testimonio contribuya a
que otros en situaciones similares a las mías decida pedir ayuda cuando lo
necesite.
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