¡Hola a todos!
Hoy os dejo con un interesante artículo sobre hombres y mujeres al volante.
La psicóloga María José España reflexiona sobre las actitudes y diferencias entre sexos al manejarse en la conducción de un vehículo estando su pareja al lado mientraslo hace.
¿Crees que se puede sobrevivir?
¡Feliz día!
Cuando salimos a la calle, podemos observar a modo general las
personas, el espacio que hay a nuestro alrededor, etc. Uno de los
factores que caracterizan las grandes ciudades es el tráfico que pueden
llegar tener. Conduciendo un día cualquiera puedes encontrarte muchas
situaciones que te hacen reaccionar de una manera o de otra, por
ejemplo, peatones que cruzan sin mirar, tus hijos que discuten tras tu
asiento, ambulancias que corren… Una misma conoce su forma de conducir,
pero me pregunto qué ocurre cuando una pareja se junta en su coche.
Pongamos un ejemplo.
Elena y José, una pareja de 10 años de
matrimonio, supuestamente estable y a la que a ambos les encanta
conducir y suelen hacerlo a menudo tanto juntos como separados. De casa
al trabajo y del trabajo a casa, viviendo el día a día. Como en todas
las parejas ocurre, el matrimonio habla durante su viaje en el vehículo,
incluso en ocasiones pueden llegar a discutir sobre determinados temas.
Me pregunto como espectadora cuáles son las actitudes, emociones y conductas que tienen cada uno cuando están al volante.
Un
estudio refleja algunas de las cuestiones que se nos plantean cuando
juntamos los conceptos de pareja y de conducción.
La muestra se compone
de un total de 70 personas, 35 hombres y 35 mujeres, todos ellos parejas
estables, mínimo con 1 año de relación y con permiso B1 de conducción.
El rango de edad de todos los participantes es de 18 a 70 años y el
método empleado es experimental psicosociológico.
La finalidad de
esta investigación es conocer qué suele ocurrir en un ambiente
determinado, en este caso, en el interior de un coche en circulación y
cómo reaccionan ambos miembros de la pareja ante este contexto. Por
medio de un cuestionario se pretenden estudiar los siguientes factores.
La
atención y la percepción: estos dos procesos son factores claves y
determinantes cuando estamos en circulación. La atención es la capacidad
que tenemos para captar los estímulos (visuales, auditivos, etc.) y de
reaccionar ante ellos de una manera determinada. La percepción nos ayuda
a organizar e interpretar los estímulos y la información que recibimos.
Por tanto son dos procesos que trabajan en paralelo.
Las
emociones que puede desatar conducir un vehículo: una emoción es la
activación a nivel fisiológico y cognitivo, es decir, es una reacción
que actúa sobre nuestro organismo y nuestro cerebro. Esa misma reacción
es la que nos ayuda a responder de una forma concreta, por ejemplo, el
mal humor cuando no hemos tenido un buen día en el trabajo puede que nos
haga actuar de manera agresiva, tanto en la conducción como fuera de
ella.
La toma de decisión y la motivación para conducir. Ambos
conceptos están íntimamente relacionados entre ellos y asimismo con las
emociones. Tomar la decisión significa decidir entre diversas
alternativas la más adecuada según unos criterios de evaluación de la
persona. Cuando una persona tiene un estado de humor positivo,
posiblemente se sienta más motivado para conducir que otra persona con
diferente estado de humor. De esta manera será la primera persona con un
humor positivo la que decidirá conducir.
Se contemplan también otros aspectos más concretos que pueden llegar a influir en este ambiente:
Estilos
de comportamiento: generalmente en nuestra vida actuamos en función de
nuestro estilo de comunicación o de conducta. Estos estilos, pasivo,
agresivo y asertivo, son también decisivos cuando se presenta un
conflicto durante un trayecto en nuestro coche. Por ejemplo, la conducta
agresiva puede desarrollar con más facilidad discusiones o situaciones
que perjudican la seguridad de los pasajeros.
Características
personales: en el estudio se tienen en cuenta la edad, el género y la
experiencia de conducir. Uno de los ítems refleja la percepción de los
participantes sobre diversas características que pueden influir o no
cuando conducimos. Se pregunta si es la edad, la experiencia o la propia
personalidad de cada uno la que influye conducir de una forma concreta.
Diferencias de género. Mujeres y hombres compartimos algunas
características, a nivel conductual o de personalidad, pero también
tenemos ciertas diferencias que en ocasiones determinan nuestros actos.
Durante todo el estudio se realiza la comparativa de género para
observar las discrepancias en el rol de conductor/a.
Causas de
accidentes de tráfico y tipos de conductores. En 2012 la DGT publicó las
cifras de siniestralidad en España junto con las principales causas de
accidentes viales. La velocidad excesiva fue la causa principal, pero el
consumo de alcohol y drogas, y las distracciones como el teléfono móvil
también incrementan el número de accidentes de tráfico. Los tipos de
conductores son un elemento interesante a analizar.
Luis Montoro (2014)
distingue hasta 10 tipos de conductores y en este estudio se relacionan
los extremos de esta clasificación con una nueva: prudentes, agresivos e
impulsivos-anticipados.
Temas de discusión durante el recorrido
en el vehículo. La vida nos muestra situaciones en las que aparecen
conflictos o discusiones, y en ocasiones, estos conflictos llegan a
desarrollarse en contextos poco apropiados.
La investigación tiene en
cuenta estos temas de discusión: problemas domésticos, emocionales,
perspectiva de futuro y la misma conducción.
Estrategias para
afrontar las discusiones que se producen. La forma en que cada uno actúa
ante las posibles discusiones, se relaciona con los estilos de
comportamiento que hemos citado anteriormente.
Finalmente
los resultados obtenidos tras el estudio de las encuestas son los
siguientes. La temática principal de discusión entre la pareja mientras
permanece en el vehículo es la vida cotidiana o problemas domésticos,
aunque cabe destacar que la frecuencia de discusión de nuestros
participantes es bastante baja. Se confirma que son los hombres en su
mayoría quienes determinan quién conducirá y que la motivación que les
lleva a la conducción es la del trabajo y la del placer.
Posiblemente,
la cuestión más relevante para la investigación sea la distracción y el
mantenimiento de la atención en la vía pública. Con respecto a la
distracción, las mujeres
tienden a distraerse con ellas mismas y
con sus propios pensamientos, concretamente un 42,85%, sin embargo, los
hombres se distraen con factores externos al vehículo, 45,71%. Si
solamente observamos el primer porcentaje, estos resultados benefician
al mantenimiento del estereotipo de “mujeres distraídas al volante”, sin
embargo, si comparamos ambos, podemos comprobar cómo los hombres de la
muestra tienen un valor de distracción mayor que las mujeres.
En otras
palabras, se podría concluir que algunos hombres se distraen más que las
mujeres pero por causas diferentes. Por lo que respecta a la atención y
sus alteraciones durante discusiones en el automóvil, los resultados
destacan que ni hombres, 31,42%, ni mujeres, 34,28%, se alteran ante
dicha situación.
Por otra parte, los hombres acumulan más sanciones
viales que las mujeres, siendo éstas relacionadas con el mal
estacionamiento del vehículo. Estos resultados liberan de nuevo el
estereotipo sexista femenino de “malas conductoras o torpes”.
Se
comprueba que los hombres no se sienten influidos por sus emociones y
las mujeres desmienten que conducir les provoca tensión. Además, cuando
se estudian los factores o características personales y su influencia en
la conducción, los resultados muestran que es la prudencia de la
persona más que la edad o la experiencia la que interviene en el modo de
conducción.
Y finalmente, se estudia la percepción propia y de la
pareja como conductores: ellos y ellas se conciben como pilotos
prudentes tanto a sí mismos como a sus parejas.
Volviendo al
comienzo del artículo, ahora conocemos algunas de las actitudes o
situaciones que se dan dentro del vehículo cuando la pareja permanece en
su interior. Pero esto es solo una pincelada de lo que puede darse en
la realidad.
Si nos parásemos a analizar el trasfondo de la cuestión y
ver la influencia que estas cuestiones tienen en la sociedad podemos
entender cómo se crean y mantienen algunos modelos o estereotipos en
mujeres y hombres. Con estos resultados hemos comprobado como ellos y
ellas pueden llegar a distraerse casi en el mismo porcentaje cuando se
encuentran al volante o como la edad no influye tanto en la forma de
conducir.
Si profundizamos en cada uno de los aspectos señalados
en el estudio, los resultados serían aun más certeros e interesantes.
Probablemente, José y Elena se encuentren en los baremos de la
investigación, pero lo realmente interesante sería estudiar en
profundidad a la pareja.
María José Espanya Climent
Psicóloga y Sexóloga.
Especialista en terapia sexual y de pareja.
Valencia.
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