Un soleado día de verano mientras daba un paseo a orillas del mar, me encontré con una amistad cercana de la familia con la que, charlando animadamente de diversos asuntos, llegamos a confidencias más personales, contándome que en el día de la muerte de su padre -al que quería intensamente- fue completamente incapaz de llorar. Ni una sola lágrima brotó de sus ojos. Sus mejillas permanecieron secas largo tiempo, como si aquel acontecimiento careciese de importancia. Anulada su tristeza, consiguió vivir con ello durante unos meses y seguir su vida como si tal cosa.
Un día de otoño se levantó de la cama y de forma rutinaria se preparó un café, cogió el bote de comida para los peces y, frente a aquel precioso acuario, descubrió con mirada de estupor la desdicha hecha realidad. Aquel fantástico escalar que su padre le regaló otrora, yacía inerte en las apacibles aguas del rectilíneo y trasparente féretro acuífero. Ya nada podía hacerse. Y las lágrimas surgieron sin demora y a borbotones. Sin freno, siguió desconsolada por horas y días mientras pocos entendieron el motivo de su desamparo. Su profunda tristeza fue incomprensible incluso para ella en aquel momento y cuando fue consciente de todo el significado que contenía aquel pequeño ser vivo, dejó de llorar y comenzó a aceptar su tristeza y pasar su duelo.
En ocasiones, el duelo ante la pérdida de un ser querido o cualquier otra situación realmentre significativa a nivel afectivo para uno, puede demorarse y aparecer de forma aplazada en el tiempo, asociado a otro acontecimiento que aparentemente carezca de relación.
La necesidad de aplazar surge de la imposibilidad temporal de afrontar emocionalmente tal impacto, generando una especie e anestesia emocional a la espera de estar lo suficientemente preparado psicológicamente para abordar tal intensidad y salir lo menos mal parado posible de una experiencia tan dolorosa. De ahí el duelo diferido.
El duelo es la respuesta natural al dolor y la angustia que genera la pérdida. Al reprimir o negar este estado, sin experimentarlo, se puede incluso somatizar algún tipo de enfermedad física o emocional.
Podríamos diferencias varíos procesos de duelo cada cuál con sus matices y evolución.
Podríamos diferencias varíos procesos de duelo cada cuál con sus matices y evolución.
- El caso del duelo anticipatorio, comenzaría antes de la pérdida real, cuando ya se considera su llegada de forma inevitable. Prepara para el duelo posterior y ayuda en la liberación de estados de ánimo, facilitando aceptar el fallecimiento antes de que ocurra finalmente y favoreciendo el desapego emocional en ese tránsito.
- El duelo normal sigue un curso de fases donde el proceso ayuda a soltar emociones de rabia, de tristeza y desamparo y luego a aceptar, recordar e integrar con mucha paz a la persona que dejó de acompañarnos en vida. Cada cuál necesita su teimpo ya que es un proceso individual.
- Y el duelo diferido es el duelo donde la realidad es negada, para minimizar su impacto emocional y mantener el control de la situación sin que haya signos de sufrimiento, intentando mantener las cosas como esa persona las tenía, sin cambios.
- Cuando el duelo se reprime no existen las manifestaciones de dolor. Las emociones de pesadumbre y tristeza no se expresan. La realidad se vive sin negación aunque también sin expresión emocional ni afectiva por el ser fallecido, como en un estado de indiferencia.
- Cuando el duelo se cronifica y se mantiene la tristeza, llega a durar meses, incluso persistir durante toda una vida. La aceptación de aquello que no está en nuestra mano cambiar, sería parte de integrar la tristeza por la pérdida.
Hay
que querer salir de este estado limitante y saber gestionar nuestro
dolor, incluso ser fuertes para buscar ayuda y desongestionar lo que a
uno mismo en su soledad le resulte complejo hacer por sí mismo.
Quedarse
con lo dado y recibido y seguir nuestro camino cuando poco más podemos
hacer por quien ya no está, es un fabuloso regalo al recuerdo.
"Solo sanamos de un dolor cuando lo padecemos plenamente"
Marcel Proust
Es posible que debido al duelo diferido no pueda embarazarme? De acuerdo a estudios que me han realizado clínicamente está todo bien incluso mi hipotiroidismo está controlado con el medicamento. Pregunto haciendo referencia al SIG párrafo. Al reprimir o negar este estado, sin experimentarlo, se puede incluso somatizar algún tipo de enfermedad física o emocional. De antemano, muchas gracias.
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