
La primera respuesta estaría en hablar sobre la estimulación genital. El epicentro del placer de la hembra, en muchas especies, apunta al clítoris. Esta díscola cápsula aglutina más de ocho mil terminaciones nerviosas y en ella podría encontrarse el velado secreto de la sexualidad femenina. Muchos y muchas estarían de acuerdo con esa afirmación, más aún si agregamos que el 70-90% de las mujeres necesita estimulación clitoridiana para que se produzca "el gran apagón".
No puede ser tan fácil resolver un enigma que cada año produce más textos científicos que la teoría de cuerdas.
El botón rojo, el clítoris, según todos los protocolos es un buen punto
de partida para acabar con la guerra fría en las alcobas. Pero no está
solo. Y aquí comienzan las complicaciones. Otras áreas genitales
merecerían un tratamiento semejante. Según la región de donde proceda la
señal que llega al cerebro, la sensación de orgasmo es distinta, y de
ahí que sea común hablar de orgasmos clitoridianos, vaginales y
“combinados”. Para acertar en la diana, hay que hacer un máster con
mucha práctica; es decir, “masturbarse mucho”.