¿Alguna vez te has encontrado con alguna persona con una tendencia a la teatralidad que necesita la admiración, aprobación o el amor de los que le rodean?
El concepto de histeria se ha ligado mucho al componente sexual femenino (aunque con menor frecuencia también en hombres) y el de histriónico a la teatralidad o dramatismo con que suelen comportarse este tipo de personalidades.
El personaje histriónico necesita llamar la atención. Su imagen es exagerada tambien en el vestir, en sus opiniones, en cómo vive sus sentimientos y cómo los experimenta -perdiendo el control de los mismos en muchas ocasiones porque la vida para ellos es puro teatro con múltiples máscaras pero todas dramáticas-. Su conducta se caracteriza por la exagerada pasión y la tendencia a la exageración descontrolada de sus propios sentimientos...
No son conscientes de su teatralidad. Se suponen originales, divertidos, espontáneos, aburridos de lo cotidiano y lo rutinario, intensos y sobre todo lo son en el terreno amoroso.
Lo normal para ellos es sinónimo de vulgar. Buscan lo extraño y lo diferente como una forma de llamar la atención de los demás, aumentando así la percepción sobreestimada de sí mismos.
Su inspiración, su creatividad, su superioridad y particularidad es manifestada a través de su "genialidad". Su extravagancia aumenta para tratar de diferenciarse de los demás y que esa inspiración genial se manifieste a través de sus atuendos, conductas o sentimientos.
Proclives a fantasear (para salir en realidad de su insatisfacción y evitar la inalcanzabilidad de sus deseos) pretenden vivir una vida de telenovela que les lleva cada vez más a alejarse de su propia realidad que siempre resulta insuficiene.
Su modo de plantear su realidad es más a través de la intuición, los afectos y la inspiración que a través de lo mental, analizado o intelectual. Por ello los apartados profesionales donde se expresan de la mejor forma son aquellos que potencian la expresión artística (música, actuación, escritura...).
Son súmamente sugestionables y fácilmente influenciables y cualquier argumento emocional dominará al racional.
Cuando hay un trato inicial donde existe poca confianza, sacarán todas sus dotes seductoras aunque de fondo se percibirá esa falta de autenticidad.
¿Cuál es su objetivo? Agradar a los demás, obtener su aprobación, ser valorados y admirados porque necesitan ese tipo de reforzadores externos para mantener a flote su propio autoconcepto.
Su hipersensibilidad a la crítica (aunque se jacten de lo contrario...) pone de manifiesto su hipersensibilidad emocional que es resultado de una profunda inseguridad personal. Ocurre que idealizan rápidamente y a la misma velocidad, por pequeños detalles, se sienten muy decepcionados, pasando así de la idealización más fantasiosa a la infravaloración más despiadada.
Cuando el histriónico está en un ambiente familiar, su conducta es totalmente diferente. Su actitud es vanidosa, exigente, despectiva e incluso hiriente, no asumen responsabilidades y la culpa de sus frustraciones siempre será de otros reaccionando con explosiones de ira totalmente irracional. Las personas afectivamente cercanas se sienten impotentes ante esta actitud y saben que hagan lo que hagan acabarán siendo juzgados de forma negativa.
En ocasiones esta actitud manipuladora puede llegar a las amenazas de suicidio, ejerciendo así un control de los demás en su propio beneficio o terminar en el uso de alcohol o drogas para poder compensar la variabilidad emocional tan brusca ante cualquiera de sus frustraciones. Al final provoca depresiones con una sintomatología variada (cansancio, angustia, inseguridad, dispersión, baja autoestima, tristeza, insomnio...) que aunque con altibajos tiende a cronificarse en el tiempo.
Como terminan utilizando con mucha frecuencia el chantaje emocional, las relaciones que establecen son inestables y poco saludables psicológicamente y como la culpa siempre es de algo externo, no rectifican.
Son muy dependientes y valoran los logros sobre todo en el terrreno afectivo o de pareja.
En resumen, podemos destacar las siguientes características:
- Tendenca a la teatralidad y el dramatismo.
- Exagerada necesidad de amoy y aprobación.
- Egocentrismo y tendencia a llamar la atención ajena.
- Hipersensibilidad emocional.
- Predomino de las emociones sobre las razones.
- Fantasear y creae mundos irreales.
- Sugestionables e influenciables.
- Dependencia de la opinión y afectos de los demás.
- Bajo autocontrol emocional e inestabilidad emocional.
- Tendencia al chantaje emocional.
"Así debéis hacer vosotros: manteneos locos, pero comportaros como personas normales. Corred el riesgo de ser diferentes, pero aprended a hacerlo sin llamar la atención".
Paulo Coelho
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