Hoy os dejo un artículo en el que colaboré, republicado por quilmespresente. Saludos.
Es clave que las relaciones sexuales pasen a ser una prioridad
Uno de los mayores signos de inteligencia que puede demostrar un ser humano es reinventarse, sobre todo, en momentos de crisis o en tiempos complicados. Justamente ésa es la clave para afrontar la nueva situación a la que se enfrenta una pareja, justo después del nacimiento de un hijo: reorganizar una nueva vida y, con ello, reinventarse en muchas facetas, incluido el sexo.
Varios estudios advierten que la mujer sufre una serie de cambios físicos y hormonales que hacen mella en su deseo sexual y, por ende, en las relaciones sexuales de la pareja, pero ¿qué pasa con los hombres? En ellos también hay un cambio importante, que tiene más que ver con las circunstancias sociales.
“Hay factores comunes que afectan por igual a los dos miembros, pero la mujer está muy mediatizada sobre todo por los cambios hormonales, mientras que en el hombre los factores psicológicos y sociales son más determinantes”, asegura el sexólogo Héctor Galván, del Instituto Madrid de Sexología.
El hombre se encuentra en una situación respecto a su pareja que lo desorienta. Le cuesta comprender, explica este experto, por qué a su mujer un día le gustan bastante las relaciones sexuales y a los dos días es rechazado rotundamente. “No sabe a ciencia cierta qué rol debe tener en el nuevo triángulo que se ha formado, y cómo encajar el rol de compañero sexual con el de pareja y padre”.
Así también lo advierten la investigadora Sari van Anders, PhD, de la Universidad de Michigan (EE.UU.) y sus compañeros, quienes diseñaron un estudio publicado en la revista científica ‘The Journal Sexual of Medicine’ en el que examinaron la sexualidad durante los primeros tres meses después del parto centrándose en los varones. Los investigadores encontraron que “ellos experimentan cambios en la sexualidad, al igual que las mujeres, sólo que en los varones los aspectos sociales y psicológicos ocupan un papel más relevante”.
El hombre, comenta Galván, tiene dudas sobre si es adecuado física o éticamente tener relaciones sexuales poco tiempo después tras el parto (por supuesto debemos aclarar que no hay absolutamente ninguna contraindicación para mantenerlas pasada la cuarentena). “Su conducta es dubitativa, prefiere ceder la iniciativa sexual a su pareja para no contrariarla ni sentirse impositivo, lo que paradójicamente a la mujer le hace sentirse no deseada por él”, expone.
LA SINTONIA DE LA PAREJA
El estrés, los nuevos horarios y organización hacen disminuir la frecuencia en las relaciones en los nuevos papás. “El cansancio que provoca la cantidad ingente de nuevas tareas inhibe el deseo sexual (también en los hombres, es un mito el que éste siempre tenga deseo sexual). Y siempre decimos en sexología que el deseo tiene inercias: cuantas menos relaciones sexuales hay, menos deseo se va teniendo”, asegura Galván. Por eso, insiste, es muy importante que estas parejas se tomen su sexualidad como una prioridad y vaya retomando las relaciones de forma paulatina.
En la etapa postparto, mantiene Rosa Collado, psicóloga y especialista en sexología y psicoterapia integradora del centro madrileño de Psicología Álava Reyes de Madrid, hay que respetar el periodo de cuarentena para que el cuerpo femenino y el suelo pélvico de la mujer se recuperen con normalidad, por lo que el sexo con penetración se desaconseja. Tras este periodo las relaciones cambian modificándose la frecuencia y el lugar. “La intimidad es algo importante para la pareja y hay personas a las que les incomoda tener el bebé al lado durante las relaciones sexuales o les hace perder la atención en el propio placer, estando más sensibles a cualquier pequeño movimiento del niño que al juego sexual o la relación con su pareja”, comenta.
Esta es una etapa más que hay que afrontar en sintonía con la pareja, de lo contrario, “puede hacerse muy larga y convertirse en una situación frustrante que elimina algunos de los placeres de la vida -en este caso el sexo-”, asegura Collado.
Hay que aceptar, insiste esta especialista, la especial relación de la madre con el bebé y hablar de lo que supone para el hombre y poder así manejar sus sentimientos de exclusión con naturalidad para que no impida que él pueda desarrollar su paternidad. “La mujer debe permitir ese lugar, y madurar juntos en este nuevo papel. El hombre que asume su paternidad, acompañará a la mujer en su adaptación física y psicológica, favoreciendo el amor entre los dos y aumentando su propia complicidad. Poco a poco, la situación volverá a la normalidad”. Eso sí, “es esencial seguir manteniendo vivo el factor sorpresa”, mantiene Collado.
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