¡Hola a todos, queridos compañeros de viaje!
Desde el punto en que cada uno de vosotros, como pequeñas velas de luz, prendidas en cada rincón del planeta, ilumináis este espacio de escritura donde compartimos la llama de la esperanza por un mundo mejor.
Este blog se hace partícipe de cada uno de vuestros pensamientos, de vuestras aportaciones, de vuestras reflexiones, vuestras sugerencias y ánimos, de cada una de las lecturas que realizáis de cada post, de vuestras impresiones más personales, vuestras imágenes, sueños y temores, de vuestros sentimientos expresados de tantas maneras, de vuestros trocitos de experiencia.
Este año 2016 que está a punto de concluir, Las llaves del ático se enorgullece de haber recibido varias certificaciones y miles de visitas. Todo ello se hace un poquito más grande gracias a vosotros que formáis parte de este engranaje.
Desde el aporte de un pequeñito grano de arena que brilla, se ha ido conformando una pequeña playa donde sentarse y observar. Se ha creado con cada una de las pequeñas contribuciones aportadas, un reducido espacio intimista donde reflexionar. Un lugar donde muchos de vosotros habéis decidido pasar un poco de vuestro tiempo, mientras tumbados sobre la arena, os permitís atisbar reflejos de la vida sobre los que pensar.
Frente a unas aguas calmas, recogemos noticias de otros lugares menos afortunados que éste donde reina la paz. Y desde este entorno, desde este lado del mundo, pequeños puñados de palabras lanzados de nuevo a ese mar, con la esperanza optimista de devolver a sus olas un mensaje de ilusión, de confianza y seguridad.
Que el próximo año sea un año de quimeras que despiertan con fuerza para manifestarse con indicios de prosperidad y abundancia.
Que cada anhelo nazca de lo más profundo de nuestro interior, con galope de corazones que movilicen nuestras intenciones hacia ese mundo mejor.
Cada uno, como dorada arena, sea brillante reflejo de la suma que todos como Humanidad aportamos a la vida. Desde nuestra existencia como individuos, y con la fuerza imparable de los desiertos y el permiso del oasis sin espejismos.
La creación de una Tierra mejorada se consigue con el amor que cada uno desprende de su universo interior y que se irradia en ondas de diverso alcance.
Cuando creces desde muy adentro, externamente se muestra lo especial de ti, llegando más allá de lo que te permites creer o ver.
Te deseo un año de autoconfianza y desarrollo de tu microcosmos. De aquel que deseas experimentar y compartir con entusiasmo. Del que te conecta con la sabiduría de la arena donde cada pizca suma.
Solo me queda agradecerte ser parte de este proyecto que aspira a seguir en el 2017 con mucho más que compartir y, en la medida de lo posible, mejor.
¡Felices fiestas y un guiño al 2017!
Las llaves del Ático
Rosa Collado
Las llaves del Ático
Rosa Collado
Un poco de música como cada año...
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