La motivación es un modo de energía que tenemos disponible para poder realizar acciones que dirijan nuestros deseos. Cuanta más disposición tenemos de esta energía disponible, más fácil va a ser que realicemos algo de valor para nosotros.
Uno para poder disponer de esta energía, debe tenerla. Este es un principio básico donde la motivación se conforma como un hábito.
Un hábito es como una rutina que establecemos en nuestra vida, que nos infunde energía para seguir realizando más y potenciar nuestra propia capacidad de hacer.
Cuando hacemos algo productivo con una finalidad clara, y sumándole una buena dosis de entusiasmo a esa acción, disponemos de más energía al finalizarla que al iniciarla. Es decir, tener un objetivo claro, decidir realizarlo con entusiasmo y dando lo mejor de uno mismo, nos otorga más energía y satisfacción al realizarlo, allanando el camino para el éxito.
¿Qué tipo de tareas pueden inyectarnos esta energía?
Las pequeñas tareas con un fin beneficioso para uno mismo y para aquellos a los que también influya. Actividades como ordenar un espacio, enviar un mensaje, hablar sobre lo que se desea...
Es importante cómo se determina la acción que, normalmente, viene respaldada por una idea. Esa idea se transforma en tarea o actividad, cuando nos hace pensar en aquello que queremos o en formas de ser útiles a los demás, teniendo como fin último el mantener pensamientos positivos en nuestra mente. Así, el lado positivo de la vida se va haciendo más grande.
En muchas ocasiones, dejamos de ser conscientes de la energía destructora que nos aportan la gran cantidad de pensamientos negativos que tenemos a diario y que generan un nivel de desánimo y apatía muy potentes, ralentizando la formación de hábitos saludables.
Querer o desear alguna cosa no lleva por sí misma a obtenerla.
Cuando pensamos con concreción en nuestro deseo podemos llegar a formar hábitos de pensamiento, acompañados de emociones y acciones en sintonía para conseguir ese fin claro. La perseverancia en una sucesión dada de pensamientos siempre produce resultados.
¿Cómo realizar entonces estas actividades para que aumenten nuestra energía vital disponible?
Tener un objetivo claro, un pensamiento ajustado y razonable y visualizarlo como posible.
Pensamos, sentimos y actuamos en armonía y este es el valor del ejercicio.
Si además se hace de forma voluntaria y sin intención de una compensación a cambio, el placer que genera este estado mental, hace que, en sí mismo, ya sea una gran compensación. Es un gran regalo.
El éxito en muchos aspectos de la vida, está basado en la acción. La acción está basada en el estado de ánimo. El estado de ánimo está basado en el pensamiento. Cuando se combinan las tres y se orientan hacia fines útiles, hacemos un irresistible cóctel que tiene como resultado una vida magnífica.
Bruce Lee
Muy buena entrada de blog sobre la auto motivación, en el trastorno histriónico de la personalidad tratamiento es ese, tenemos que aprender a auto ayudarnos para así poder salir adelante, te felicitamos por el blog de psicologia.
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