En la sociedad occidental en la que vivimos, se idealiza con frecuencia el amor convirtiéndolo en algo puramente emotivo y presentándolo como objetivo a perseguir y elemento clave de la felicidad. Muchos que creen en la idea lo convierten en la base de sus principios, aspiracciones y expectativas de vida (con el consiguiente caso opuesto en caso de no ser cubiertas).
Cuando uno se enamora empieza a ver el mundo de forma diferente. La esperanza y el optimismo en el mundo y la vida cambian por arte de magia. La vida se ilumina y cambia de color. Atiendes a la llamada de tus sentimientos, aumentan tus sueños... de compartir una vida. Así, le amas... ¿o le deseas?... le amas...
De todos modos, se siente lo que se siente, y se abre la puerta que da acceso a la posibilidad de amar. Así, de forma irracional muchos habitantes de este planeta descubren la existencia de este ansiado estado emocional en el que, en muchas ocasiones, mitificamos el objeto de nuestro amor y nos dejamos arrebatar por una experiencia que supera el ritmo de nuestros sentimientos.
En principio, las propias esperiencias personales son las que van posibilitando que haya numerosas concepciones respecto a esta emoción y que vayan modificándose con el devenir de la historia y los cambios sociales. De este modo, es posible diseñar un marco en el que podamos observar nuevas formas de vivir el amor en el encuadre de las relaciones sociales.
Parece ser que, en la propia evolución de este estado emocional, en la pareja surge inevitablemente la pregunta: ¿Por qué ya no es lo que era?
- Primera fase: Enamoramiento: En esta fase aparece el mito, la idealización de nuestra pareja en la que no le vemos ningún defecto -tapados como estamos por la ceguera temporal de los sentimientos- y es evidente que no será por que no los tenga, solo que todavía no los hemos descubierto. La pasión, llevada al extremo de sensaciones vibrantes y novedosas, libera adrenalina -hormona que tiene la facultad de hacer activar emociones tan fuertes de forma muy rápida- pero que supone un desgaste físico impresionante para tu cuerpo y que en algún momento (en torno al primer trimestre) su propia inteligencia va a detener. A partir de aquí, va descendiendo paulatinamente y aumentando la segregación de oxitocina y vasopresina, generando sentimientos de afecto y ternura más que de sexo puramente pasional. En torno al medio año los sentimientos de unión son cada vez más fuertes. Esta fase puede prolongarse durante un año, más o menos, -según dicen-. En ésta se encuentran presentes −de menor a mayor grado− el compromiso, el romanticismo, el erotismo y la intimidad −que es la que más aumenta−. Y también es en esa fase cuando aparecen inseguridades, desconfianzas, discrepancias y desencuentros.
- Segunda fase: De amor y pasión: puede durar hasta cuatro años más. En esta fase, la pasión erótica decrece, aunque la pasión romántica continúa en aumento, al igual que la intimidad y el compromiso -sobre todo-. Hormonalmente decrecen paulatinamente la dopamina y serotonina. Se asociaría a la etapa de volver a querer relacionarse con el mundo y hacer más escapadas románticas con más parejas, por ejemplo. Esta situación no significa necesariamente un paso atrás en la relación sino la vuelta a la vida social "normal". A partir del segundo año el peligro de la relación está en la rutina y la falta de innovación o el interés por la experimentación de algo nuevo dentro de la relación.
- Tercera fase: De compañerismo. A partir del quinto año de relación aumenta la complicidad, disminuye la pasión romántica y erótica, aumentan el compromiso y la intimidad siendo más constantes. La complicidad, la comprensión del otro y la aceptación están muy marcadas ahora. En cuento al sexo puede haber menos cantidad, pero la calidad se puede mantener, incluso algunas parejas la mejoran.
Cuando dos personas maduras están enamoradas, ocurre que aunque estén fuertemente unidas, su unión no destruye su individualidad, de hecho se potencia, ayudándose a ser más libres y menos esclavos de sus emociones, siendo cómplices de la vida del otro sin oprimirla.
¿En que etapa estás? ¿Crees que puedes hacer algo por mejorar la situación y no dejarte llevar por lo que parece inevitable? ¿Te ves reflejado en alguna fase? ¿Crees que hay más fases desde tu experiencia?
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