24.
DIARIO DE UNA CONFINADA
Dia previo al confinamiento:
paseos distantes
Un día soleado espectacular para
pasear, ¿hay más gente que otro día de fin de semana? Parecemos disfrutar del
paseo, pero más separados los unos de los otros, forzamos las distancias. No es
como otros tantos días de paseo, parece como si quisiéramos aprovechar el
último día de una especie de “libertad” que se nos iba a arrebatar.
Día 1: mis circunstancias
Vivo sola, por lo que me toca
vivir esta situación de confinamiento sola, que no lo considero ni mejor ni
peor, sino lo que me toca vivir. Bueno, realmente sola no, estoy confinada con
mis dos gatos, afortunadamente. Ellos se llevan la mejor parte de todo esto, se
les ve más contentos de tenerme todo el día en casa; solicitan más atención y
la tienen.
Parece que el tiempo fuera más
lento. De hecho, parece haber más tiempo para hacer más cosas que en una
situación de no-confinamiento no me planteo hacer. Puedo sentarme en la terraza
a mirar embobada la calle, puedo plantearme limpiar el microondas (ya le iba
haciendo falta…)
Día 3: atención a las pequeñas
cosas
Este cambio de ritmo en el
tiempo, sin darme cuenta, me invita a prestar más atención a lo más cotidiano,
a lo que nos pasa desapercibido en nuestra vida “normal” acelerada. Cada
pequeño acontecimiento, parece ir acompañado de una lupa que se presta a
observar más aún: “no me había percatado que mi gato negro ronca bastante
fuerte”, “hay nuevas flores de la maceta de la ventana: ¿están más rojas que
antes?”, “una señora pasea todas las tardes en el balcón de enfrente, de una
punta del balcón a la otra, con un recorrido de dos metros”.
Día 4: estrategia:
organización del tiempo
Voy a seguir las recomendaciones
para el tele-trabajo y me voy a planificar el tiempo: un horario! Pero no solo
para el tiempo dedicado al trabajo, también para mis actividades de ocio, algo
de ejercicio y mis tareas domésticas (como no). Y parece que funciona! Eso sí,
me permito la licencia de saltármelo alguna que otra vez, no pasa nada.
Día 5: motivación
Hoy pesa esta especie de
encierro, se hace largo. Me permito sentirlo, y acompaño el sentimiento, pero
poco tiempo, no hace falta más. Luego, he podido recordar nuestra mejor
contribución a esta situación. Se puede explorar más… proyecto en el tiempo,
analizo, recuerdo.
Día 6: aceptación el cambio
Ayer estuve tomando el sol en la
terraza, …hoy hace frío y el sol se fue.
Todo cambia, todo es temporal.
Nos resistimos a convivir el con el cambio, pero esta situación cambiará, y muy
probablemente nosotros con ella. Cada cambio aceptado, se convierte en algo
nuevo aprendido.
Día 7: reflexiones
Hoy he tenido muy presente las
cosas que añoro, lo que valoro. Mis prioridades parecen manifestarse más
claras.
Esta incertidumbre me genera una
cierta vulnerabilidad al no control de la situación. Pero cada día parece traer
algo nuevo, por mucho que programe siempre tiene cabida la sorpresa. Si lo
acepto así, empieza a revelarse un mejor no-yo, un yo que fluye con lo
inesperado.
Día X: lo inesperado
Ya estoy en el día X… he dejado
de contar.
Mi gato gris suele abrir los
cajones que tiene a su alcance, pero hasta ahora solo abría los de tirador tipo
asa. Después de reñirle muchas veces, hoy ha abierto un nuevo cajón con tirador
de pomo. ¡Qué podré llegar a ver hasta el final de estos días de confinamiento!
No lo sé. Me dejaré asombrar…
"Abril incierto"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Quieres dejar aquí tu opinión?