martes, 31 de marzo de 2020

16. Crónicas de un encierro involuntario.

16.

Esta situación que estamos viviendo, para mí es una oportunidad más grande de las que ya solemos tener a diario, para seguir trabajándonos a todos los niveles (sobre todo en el mental y espiritual). También para ver cómo nos relacionamos con nuestro entorno, desde el más próximo al más lejano y a nivel Humano con la naturaleza.
Ahora tenemos muy buena ocasión para vernos a nosotros mismos, ver qué sentimos, qué pensamos y de cómo estos sentimientos y pensamientos impulsan nuestras acciones, decisiones y crean la realidad que vivimos. Siempre está en nuestras manos el crear una nueva forma de vernos, tanto a nosotros mismos como al resto del mundo, y podemos hacerlo en cualquier dirección.
Hasta el momento nos suele mover el miedo, un miedo que tenemos programado en nosotros y heredado de muchas generaciones.

lunes, 30 de marzo de 2020

15. Crónicas de un encierro involuntario.

15.

DIARIO DE UNA ENFERMERA
Son las 6,15 y suena el despertador, aunque llevo despierta un rato. Ha sido una mala noche. Llego al hospital y me visto con el EPI (equipo de protección) dispuesta a sudar las próximas 12 horas. Entro en el box escuchando solo mi propia respiración y allí estas tu!
Mi paciente! Intubado, dormido e indefenso. Y te llamo: Pepe!!! Buenos días! ! Vamos Pepe, lucha!! Con lo que tu has sido y lo que has pasado y que venga este "bicho" a fastidiarte!!! Vas a poder con el!!! Venga!!!
Y le cojo la mano porque se que su familia lo haría,  y le sigo hablando porque se que su familia lo haría.
Y de pronto, oigo una música: es tu teléfono que esta junto con tu ropa en una bolsa. Y vuelve a sonar una y otra vez. Y mientras trabajo estoy sintiendo la angustia de familiares y amigos que quieren hablar contigo....pero no tienen respuesta.
Y en mi garganta se forma un nudo que hace aún más difícil la respiración dentro del traje.
Y salgo del box y la historia se repite, exactamente igual con el siguiente paciente.
Hoy, en otro box, se han cansado de luchar y "el bicho" ha vencido. Veo a su familia que pasa para despedirse de el.  Como podemos pedir a unos hijos que se despidan para siempre desde la puerta de un padre con el que hace escasos 20 días paseaban, comían,  reian! !!  Inhumano. Y aun así,  se marchan dándonos las gracias. Y nuevamente el nudo en la garganta que no me deja ni soltar una palabra.
La jornada termina y de camino a casa, en la soledad de mi coche, me relajo y lloro.  Lloro de tristeza, de impotencia, de frustración. ....
Pero oigo algo! Son aplausos,  bocinas, silbidos...... de, tal vez, la familia de Pepe, que me pide que siga hablándole,  cogiéndole la mano y trabajando para que salga adelante. Y me seco las lágrimas y  aparece una sonrisa en mi cara. Porque llegare a casa, me acostare y, a pesar de que no dormiré bien, me levantaré mañana con la esperanza de que, tal vez, sea el día en que Pepe abra los ojos y me mire. Y entonces volveré a llorar.....pero de alegría.

UNA ENFERMERA DE UCI.

14. Crónicas de un encierro involuntario.

14.

El valor de tener tiempo


Desde hace diez días estoy en casa saliendo lo justo, solo para pasear a mi perra Tera y a comprar comida, y solo si es necesario. Pero de esta situación me he propuesto sacar cosas positivas porque soy una mujer afortunada de estar donde estoy, de vivir donde vivo, de tener lo que tengo.

El confinamiento lo estoy pasando en casa, en un piso cómodo, cálido, con todo lo que te hace una vida cómoda. Así que, aunque me toque estar encerrada, reconozco que teniendo todo lo que tengo, no me voy a quejar. Hace poco, en enero, estuve en Lima (Perú), desarrollando proyectos sociales en uno de los barrios más pobres de esta ciudad. Los amigos y amigas que dejé están también confinados y puedo asegurar que sus casas no son como la mía. No tienen todas las comodidades que tengo yo, que tenemos la gran mayoría de españoles. Pienso mucho en estos amigos y amiga Limeñas y hablo casi a diario por WhatsApp, y pienso lo que sería estar en viviendas como las suyas, y pienso que eso sí sería duro…así que sí, dentro de lo que supone no poder salir, me siento afortunada por poder estar donde estoy. Por ello, agradezco tener lo que tengo, estar donde estoy, tener tiempo para hablar con ellos, y para ir diseñando nuevos proyectos  para implementar allí el año que viene.
A mis 51 años siempre me he sentido una persona bastante libre.

domingo, 29 de marzo de 2020

13. Crónicas de un encierro involuntario.

13. 

Lo primero que me gustaría es expresar mi malestar por la situación que estamos viviendo. Nunca hemos pasado por nada parecido y aunque el gobierno no lo ha sabido gestionar, solo espero que no le pase nada a mi gente. Creo que la naturaleza se está imponiendo a cualquier especie y nos está poniendo en nuestro sitio.
Me parece que con mucha prevención podemos poner de nuestra parte para que esto no vaya a más. Así que nos toca estar en casa. Y mi parte ermitaña se frota las manos porque soy muy casera. Acabo de empezar en un trabajo y ahora que no pierdo 2 horas en ir y volver, tengo más tiempo para dedicarle a prepararme cosas. No pierdo el tiempo y me siento más productiva (Y además no tengo que aguantar a mi jefa y ahorro en gasolina y maquillaje) 😉

sábado, 28 de marzo de 2020

12. Crónicas de un encierro involuntario.

12. 

Winston Churchill fue aquel primer ministro inglés que dirigió el país entre el 1940 al 1945. Premio Nobel de literatura y fue en principio un candidato de una larga lista, donde todos estaban por delante de él. Y todos aquellos renunciaron a asumir la responsabilidad de dirigir el país, en pleno asedio alemán. 
Cuando los ingleses sufrían todo el bombardeo, Churchill dirigió su país y vino a decir muchas cosas. Entre ellas decía: "Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad. Un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad".
Esto lo dijo Churchill y creo en ello firmemente. Por eso quiero deciros hoy que

viernes, 27 de marzo de 2020

11. Crónicas de un encierro involuntario.

11.

Mis pensamientos y sensaciones van cambiando cada día de confinamiento. Al principio, mi lugar era de desconcierto. Para mi, de alguna manera, la vida empezaba a hora. Después de muchos años de sacrificio, empezaba a trabajar donde siempre había querido. Lo había conseguido. Y mi cabeza estaba llena de nuevas ilusiones, de actividades que deseaba hacer, de nuevos planes y propósitos donde mi vida social tendría, por fin, protagonismo. Pero nada de esto importa ahora, es solo un aplazamiento. 
Lo que viene ahora a mi cabeza y a mi corazón, siempre conectados, es que lo que importa son las personas. Porque hay una verdad incómoda que tapamos con memes, aplausos, videollamadas, sesiones maratonianas de series...y es que la gente se está muriendo. Hay muertos, y de la muerte nunca nos ha gustado hablar.

jueves, 26 de marzo de 2020

10. Crónicas de un encierro involuntario.

10.

Mi experiencia en un encierro involuntario:
Quien me iba a decir a mí que, lo que siempre he deseado se iba a cumplir pero de una forma muy diferente a mis expectativas.
Siempre he querido poder dedicar tiempo a mis hijos, a mi marido, a mi familia y por motivos laborales, me ha sido  bastante complicado, por lo que ahora en estos momentos y debido a la situación que nos toca vivir voy a cumplir.
Me he propuesto sacar esa espina que tenía clavada y aprovechar estos días de encierro con mi familia y disfrutar con ellos al máximo. Desayunar juntos, conversar, ver películas sentados en el sofá mientras comemos palomitas. En fin, todo lo que por el ritmo de vida que llevamos y arrastrados por las nuevas tecnologías, parecía imposible hacer en nuestra vida normal.
Tengo 2 hijos adolescentes de carácter muy diferente.

miércoles, 25 de marzo de 2020

9. Crónicas de un encierro involuntario.

9.


A 350 Km

Primero que nada quiero expresar mi apoyo incondicional a todas esas mujeres que en estos días de confinamiento están conviviendo con su maltratador. No quiero pensar cómo lo estarán pasando con su agresor porque, hacerlo, me enfurece. Empatizo con su miedo, desasosiego y soledad. Creo que ya saben que hay un teléfono de emergencia 112 para tratar el acoso y el maltrato al que puedan estar sometidas aunque, aún así, no dejo de pensar en las personas que puedan estar en esta escabrosa situación.
Hoy es el noveno día de confinamiento de obligado cumplimiento, decretado por el Estado. En mi humilde opinión, creo que no han estado a la altura y les ha venido grande el tema del Covid-19, esta pandemia que ya afecta a todo el mundo.
Creo que no nos han informado debidamente de la magnitud del problema real, que sabían que había y que podía acarrear todas estas consecuencias y parece "que nos ha pillado por sorpresa", con sanitarios sin la debida protección, gente yendo igualmente a trabajar... en fin.
Esperemos no muera mucha gente, sobre todo esas personas desprotegidas y desvalidas que son nuestros mayores, a quienes admiro profundamente.
Como comentaba, después de nueve días de confinamiento eso de quedarnos recluidos en casa, de obligado cumplimiento no sienta nada bien, porque te priva de la libertad de no poder salir a tomar unas cervezas, pasear, hacer deporte... cosas cotidianas que se suelen hacer en el día a día, pero es bien sabido por todos que es por una causa justa y de salud.
Un aplauso a todos aquellos profesionales de la sanidad pública, transportistas, policía, comercios y sobre todo los pequeños comercios, y fuerzas del Estado que están haciendo que esta situación adversa que sea algo más llevadera.
En estos nueve días confinado, te vas dando cuenta que tampoco se llevan tan mal -siempre y cuando no tengas a la persona amada a 350km ya que, de momento y por cuestiones de seguridad se tiene que respetar el protocolo-. Añoro los besos, las caricias y abrazos y el afecto compartido.

martes, 24 de marzo de 2020

8. Crónicas de un encierro involuntario.

8.


Los días de encierro
Las puertas cerradas
Lanzarte mil besos
Guardados en latas
Máscaras y hierro
Las horas se alargan
Ventana y recelo
El tiempo que pasa
Que en este silencio pienso
Los abrazos que te daba
De la fuerza de un te quiero
El amor todo lo sana
Cuando nos movía el viento
Por mirarnos a la cara
Buscando el sentido
Repliego las alas
En una caja metido
Esquivo las balas
Herido de miedo
Escondido entre las ramas
Por encontrar un recuerdo
Que por aquí caminaba
Despreocupado y tranquilo
Cobijado entre la calma
Para escuchar a los grillos
Volver a cantar sus tonadas.

                                          A*

lunes, 23 de marzo de 2020

7. Crónicas de un encierro involuntario.

7.


Trabajo en el hospital de la Fe en Valencia. Ayer a las 20:00h, la puerta de urgencias estaba llena de policía nacional solidarizándose con nosotros -los trabajadores sanitarios- poniendo en marcha las patrullas de coches, con las sirenas funcionando en reconocimiento a nuestra labor, mientras los que podíamos salíamos a aplaudir homenajeando a los que están en pleno servicio.
¿Por qué la policía se solidariza con nosotros? Porque son los únicos que entienden las deficiencias que estamos pasando. No tenemos nada, ni mascarillas, ni equipos de protección mínima individual. Ayer un compañero en UCI con personas infectadas de coronavirus, solo llevaba la bata, en espera de los productos que se tenían que recibir y que no llegan. Pero como eso, los que lo estamos viviendo, la policía nacional, la guardia civil y los que trabajamos en hospitales, los que van con los camiones… esos sí que sabemos lo que estamos pasando. La percepción es que los políticos no pero que luego sí saben venir a ponernos la medalla, cuando los que estamos en el servicio directo nos estamos jugando nuestra propia salud y la de los nuestros y las medallas sirven de muy poco después, porque lo difícil está ahora y ellos no están. Nos sentimos desprotegidos. Estamos en primera fila, sin trincheras ni nada. De cara al público sin saber qué llega de frente y a qué te estás exponiendo a diario y de forma constante.
Cuando llegamos a casa, nos quedamos en casa. Estamos viviendo un infierno. Después ves a la gente paseando por ahí y te das cuenta

domingo, 22 de marzo de 2020

6. Crónicas de un encierro involuntario.

6.


Álvaro: Diario de un truckers (conductor de camiones pesados)



Me llamo Álvaro. Soy conductor profesional, transportista. Mi experiencia en esta movida del coronavirus es que nosotros no paramos.  Seguimos trabajando, incluso más aún, para poder atender toda la demanda que necesita la población tanto de alimentos como todo tipo de productos. Esto es una locura. No hay nadie por el mundo. Voy solo por ahí. Hay momentos de rayadura cerebral de decir: ¿aquí qué está pasando, esto es real o es un sueño?¡Voy solo por el mundo! Es brutal. Está todo desértico. Carreteras vacías. Todas las áreas de servicio en carretera, vacías. Ves a algún compañero aparcado descansando. Algún perro… Algún gato… Nada más.
Los camiones y tráiler dan servicio y suministro constante. Lo único que me encuentro por la carretera es transportistas.
Hoy, por ejemplo, he llegado al sitio donde tengo que descargar y ya me ha avisado que están todos los del almacén acojonadísimos porque

sábado, 21 de marzo de 2020

5. Crónicas de un encierro involuntario.

5.



"Este virus nos ha venido inesperadamente, más fuerte de lo que nos anunciaban. Mi marido y yo estamos en casa, tal y como nos aconsejan los sanitarios. Estamos tranquilos y entreteniéndonos con las cosas más elementales, como televisión, lectura, autodefinidos y algún que otro ejercicio físico. 
Al estar aislados, tanto con la familia como con los amigos, es lo que peor llevamos. Pero esto pasará y, aunque ahora es un mañana incierto, pronto -mejor que tarde-  nos podremos besar, abrazar y darnos todos los achuchones perdidos".


Rosa

4. Crónicas de un encierro involuntario.

4.

"Hola, mi encierro está siendo muy familiar. Estoy con mi madre. Hago videollamadas con mi sobrina y llamadas con amig@s varios, salgo a comprar... yo de momento sigo trabajando... y aunque vivo con añoranza mis hobbies y la terraza de un bar... sigo esperando que todo se solucione cuanto antes... Mucha salud para tod@s. 
Todo esto igual une más a las personas... miremos el lado positivo".

Miguel




3. Crónicas de un encierro involuntario.

3.

Aunque vaya a trabajar por las mañanas algunas horas para servir y poder dar alimento para que la gente pueda comer en estos dias de encierro, mi encierro nada más llego a casa de trabajar esta siendo muy positivo. Cuando llego como, y después de comer, tomo como referencia a mi madre, que aunque tenga Alzheimer, lo está llevando con una entereza y armonía que es indescriptible, porque aunque no comprenda lo que está pasando y la situación en la que nos encontramos, me mira y, como siempre daba su paseo todos los días -una vuelta al parque- espera poder irse, entonces la miro y le digo: " mamá hoy no se puede salir de casa, cariño". Me mira y no dice nada y al cabo de 5 minutos coge se levanta del sofá y se pone a dar sus vueltas por el pasillo.  
Al cabo de un rato le pregunto que como va y me dice:

viernes, 20 de marzo de 2020

2. Crónicas de un encierro involuntario.

2.


Querida amiga, mi experiencia sobre como estoy viviendo el encierro por el "coronavirus". Decirte que me cuesta sacar el lado positivo a este "enclaustramiento" que estamos viviendo todos. Paso a relatarte mi día de hoy, que en general son todos parecidos. Hoy me he levantado a las 8:30 de la mañana, para asearme y tocaba lavarme el pelo, ya que durante el día y, mira que es largo y estamos en casa, no tengo tiempo. Una vez que he terminado, desayuno sin dedicarle demasiado tiempo, ya que después tengo que atender a mi madre, que como sabes tiene Alzheimer y han cerrado el centro de día desde el viernes. Ella lleva con fiebre desde el domingo, con décimas o sin ellas, por lo que estoy obsesionada con ponerle el termómetro, parece que hoy la fiebre ha cedido, lo que me ha dado mucha tranquilidad.

jueves, 19 de marzo de 2020

Crónicas de un encierro involuntario.


Crónicas de un encierro involuntario.

1.

No estoy pasando por el mejor momento de mi vida, justo estoy en medio de uno de los peores...  en un proceso de recuperación y aceptación donde cada momento es una prueba de superación...  y de repente aparece esto, esta pandemia que asusta, que nos hace estar alertas continuamente...  me asomo por el balcón y veo a la policía continuamente pasar por la calle…  no se si vivo en la realidad o es una ficción de la que no puedo despertar..
Estoy separada y Tengo una hija de 8 años…  hace tiempo cuando veíamos las noticias de Italia ella me decía  que si pasaba en España no tendría que ir al cole. Imagino que su perspectiva era de unas vacaciones en casa con mama 24 horas.  Yo estaba tan inmersa en mi mundo de dolor y recuperación  que las primeras noticas de España casi pasaban desapercibidas en mi vida.  No las prestaba mucha atención y además me parecía que la gente exageraba demasiado.
( Ahora pido perdón por este pensamiento de desconocimiento y juicios adelantados)

Llevo desde el viernes “encerrada” en un piso en el centro de Madrid con mi hija.

martes, 17 de marzo de 2020

Psicología para una epidemia María Jesús Álava Reyes: "El peor compañero del coronavirus es el miedo"

Psicología para una epidemia. EL PERIÓDICO.

María Jesús Álava Reyes: "El peor compañero del coronavirus es el miedo"



Juan José Fernández


La angustia es estos días el visitante más frecuente en los despachos de los 38 especialistas que trabajan en el gabinete que dirige en Madrid esta psicóloga, la imagen misma de la calma. "Vemos a personas angustiadas, con la creencia de que tienen alguno de los síntomas –relata-. Están tan angustiados que prácticamente los tienen, se los provocan, y piensan que van a contagiar a sus hijos, a sus padres mayores… Ese tipo de pensamientos que te llevan a una situación casi imposible".

UN DÍA CUALQUIERA (POR RAQUEL MORALES)



Me siento confusa... me muevo en arenas movedizas... Tengo la impresión que en cualquier
momento al dar un paso pueda caer y volver atrás... y me confunde porque me da un poco de miedo,
pero a la vez siento que aunque vuelva a sufrir estoy segura que los sentimientos de pérdida, de
soledad ya no serán los mismos... Esa intensidad de dolor, de angustia, de tristeza han desaparecido...
Por supuesto que están ahí… claro...! Me acompañan constantemente pero ya no caminan conmigo,
no van a mi lado, no mantienen el mismo paso. He conseguido que me sigan de lejos, como si de mi
sombra se tratase... me persiguen donde quiera que voy pero no dejo que se pongan a mi altura y
menos aún que me adelanten...
A veces, tengo que mirar hacia atrás para saber que están ahí, otras veces, siento que su respiración
toca mi hombro pero poco a poco, voy subiendo un peldaño de esa escalera en la que se ha
convertido mi vida y todos esos miedos se van quedando atrás...
Es una sensación extraña la que estoy teniendo esta semana...

viernes, 13 de marzo de 2020

COVID-19: COMUNICADO RECOMENDACIONES PARA LA POBLACIÓN (COP)



La evolución de los datos de esta última semana, nos confirman que el tema del coronavirus se ha convertido en un problema de salud muy importante; tanto, que nos obliga a tomar una serie de medidas urgentes. 
Hoy os dejo unas recomendaciones dirigidas a la población que nos hace llegar el Colegio de Psicólogos de Madrid, para que haya un afrontamiento eficaz ante el malestar psicológico generado por el brote de coronavirus COVID-19.
Sin buscar culpables a esta situación excepcional, pensemos lo que se puede aprender de esta pandemia global y reflexionemos desde la calma para que nos tenga el menor coste.
Un abrazo y mucha serenidad.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...