miércoles, 19 de febrero de 2020

ANGUSTIA (Basada en hechos reales para Memorias de una Psicoterapia)


Como tantas otras noches, Angustia le esperaba oculta tras un cuerpo de mujer perfecta. Angustia - que era horrible- de cara deformada, dientes oscuros y afilados, como si de un lobo se tratase. Sus uñas, largas y afiladas como cuchillos, y ese cuerpo mixto entre persona y animal... era el ser más despreciable y malvado que existía.

Nunca había salido de ese cuerpo, ni siquiera se conoce su existencia. Vivía en la oscuridad más absoluta, tras el corazón de su ama y señora.
Una noche, cuando todo parecía tranquilo y sereno, donde ella sin ninguna inquietud esperaba a su amado, Angustia abrió un ojo.

Ella sintió que algo pasaba, no estaba segura, no reconocía esa sensación. Ese frío de repente, ese escalofrío que atravesó su cuerpo de arriba a bajo. Ella fingió no sentir nada porque no quería sentir, no quería oír, no quería ver...

Pero Angustia, abrió el otro ojo, un ojo ensangrentado y sin pupila, un ojo que veía más allá de los cuerpos, más allá de las almas...
Ella empezó a ponerse nerviosa, intranquila, impaciente... quería seguir fingiendo, pero, ya no podía. Ya era tarde.

Angustia había despertado y, por alguna razón, ella dejó que lo hiciera. Angustia, alimentada por la ira y el miedo de ella, estiró un dedo y con la uña atravesó el corazón de ella. No quería matarla, solo quería hacerle daño, mucho daño y apoderarse de ella.. 
Porque Angustia quería vivir y sabía que solo lo haría a través de ese cuerpo, de esa alma, de esa mente...

Ella, que creía controlar la situación, se paralizó completamente. Fue a su habitación. Se sentó en la cama frente al espejo de su habitación y vio lo que nunca había visto... el temor, el miedo, la incertidumbre... Vio algo horrible. Angustia la estaba llamando... Ella, casi sin respiración por el dolor de su corazón, atravesó ese espejo y fue poseída en cuerpo y alma por Angustia.

Dejó que su corazón se fuera desangrando, poco a poco. A cuentagotas. Para que el sufrimiento fuera mayor y, como si de un manjar se tratara, se tragó su alma.
Poco había que hacer ya... Todo estaba perdido. No había presente ni futuro, solo un pasado que ya no se podía recuperar... O sí...
La confusión de ella y el poder de Angustia hacían un ser terrible, dominado por el temor. Ella cabizbaja se resistía a morir y, sacando fuerzas de flaqueza, logró sacar esa uña afilada de su corazón. Este, seguía sangrando pero con un poco menos de intensidad.

Angustia, al ver que a ella aún le quedaban fuerzas, se dirigió hacia su mente que era el lugar más estratégico de posesión. Le hizo imaginar que volaba y, de repente, le dejaba caer. Le hizo pensar que había un futuro para luego arrastrarle sin piedad hacia el pasado. Le maltrató de todas las formas hasta instalarse en su mente.
El dolor, la ira, la soledad, el miedo, la tristeza, el sufrimiento, la venganza, la mentira, el engaño, la desconfianza, la melancolía... todo se unió y, como si de una pócima se tratara, Angustia la esparció por todo el interior de ella.

No podía haber más sufrimiento -creía ella- pero estoy segura que Angustia podía ser aún más malvada, aunque para ella, esta era la peor pesadilla de su vida. 
(Siempre pensó que la muerte de su abuela, que era el ser al que más quería de esta vida, fue el momento más duro. Pero también le quedó el mejor de los recuerdos y era su fuerza, su sabiduría, su amor, su entrega, su paciencia... todo aquello que un ser humano desea ser pero que es casi imposible tener. Su muerte supuso para ella un gran dolor, pero era un dolor tranquilo, pausado, casi dulce...).

Por eso, cuando Angustia despertó, ella que vivía en una nube con los ojos tapados para no poder ver más allá de lo que podía palpar con sus manos, sintió que moría en manos del ser más malvado, sangriento y cruel del mundo.

Pero ella no murió porque no quería morir... Quería luchar, quería coger fuerzas para luchar y matar de forma demoledora a Angustia... sin piedad, sin remordimientos. Quería deshacerse de ese ser terrible que le estaba causando aquel dolor que paralizaba su vida...

Aún no hay un final porque está por escribir, pero apuesto que tendrá un final feliz porque ella es fuerte y podrá con Angustia. 

Su corazón sanará, su mente fortalecerá y su alma sonreirá al recordar.

R.M.

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