lunes, 6 de abril de 2020

22. Crónicas de un encierro involuntario.

22.

Mi querida amiga Rosa ha pensado en mí para participar en esta fantástica iniciativa, y con mucho gusto os cuento mi experiencia.

He esperado unos días para ver si cambiaba mi percepción o mi actitud ante este confinamiento, pero sigo pensando y haciendo lo mismo...

Todo lo que voy a relatar lo hago desde el más sincero respeto a las personas que no pueden dedicarse tiempo debido al trabajo, los hijos, la atención a mayores, etc.

La verdad es que para mí no ha supuesto demasiado sacrificio estar de encierro constante, pues llevo justo hoy (28 de marzo) tres años, saliendo de otra enfermedad maldita (esto podría haberlo obviado, pero me parece que así se me va a entender mejor), por lo que ya no trabajo y paso mucho, mucho tiempo en casa.

Tengo la suerte de que me gusta estar en casa. Siempre encuentro algo para hacer, y otras veces, simplemente no hago nada, lo cuál también me parece necesario, cerrar los ojos e intentar dejar hasta de pensar.

Lo que peor llevo de todo esto, aparte de no poder ver ni besar o abrazar a mi madre, es tener que salir a la calle... no suelo ser una persona hipocondríaca, pero todos mis familiares y conocidos me avisan de que tengo "factor de riesgo" al ser paciente oncológica, por lo que tomo muchas precauciones a la hora de salir.

Siempre las mismas zapatillas, que me quito en el descansillo al volver y cuya suela rocío con una solución de agua con lejía, mascarilla (¡¡sí, he conseguido una mascarilla FFP3!!) y guantes de látex. Ropa fuera y a la lavadora y ducha de cuerpo entero.

Desde mi punto de vista, las personas que vivimos solas tenemos la ventaja de poder hacer en todo momento "lo que nos dé la gana", organizarnos bien, o como el culo (como es mi caso), pero creo que en este momento tenemos que hacer un esfuerzo por mantenernos ocupad@s/entretenid@s en otros asuntos que no sean coronavirus, coronavirus, coronavirus.

La máxima desventaja, irónicamente, es vivir sol@... no tener afecto humano presencial, pero se puede aliviar, en parte, con "el sucedáneo" actual, las videollamadas.

Siempre he sido una persona muy positiva, y en este momento aprovecho para hacer un inciso y decir que es IMPRESCINDIBLE para ayudar a los profesionales en el tratamiento de cualquier tipo de dolencia.
Por ello, a causa de mi reciente enfermedad, estoy bastante "entrenada" en tener una actitud y pensamiento optimista (al margen de la tristeza de la situación y de las miles de pérdidas humanas) y encontrar algo bueno de cualquier miseria.

Y bien, algunas de las cosas con las que ocupo mis días ya las he mencionado, como el no hacer NADA, las videollamadas a tres o a cuatro simultáneamente. Pero también el retomar libros olvidados, salir al balcón y solo oír el trino de los pájaros, hacer limpieza en redes sociales de gente bastante tóxica, maleducada e ignorante, limpiar y ordenar armarios con ganas y alegría, probar nuevas recetas de cocina, pensar en qué nueva actividad puedo proponerles a mis sobrinos para que no se aburran (la última ha sido que me hagan una caja decorada a su manera para guardar recuerdos, pues esto me ha pillado en medio de una mudanza) y así también liberar a sus padres un rato, emocionarme con facilidad, otra vez, con mis películas favoritas o simplemente decir, sin vergüenza alguna, "gracias" (a dependientes de comercios, transportistas, cuerpos de seguridad, etc.) y "te quiero" a las personas que, de verdad, echas de menos.

En definitiva, dejando aparte las personas que se nos han ido y el -esperemos- bajo impacto en la economía, estoy convencida de que era inevitable, nos hacía falta y/o nos merecíamos algo como esto.

En el fondo hay algo bueno, lo que no sé es si seremos capaces de retenerlo para el futuro o si el primer día que salgamos a la calle y volvamos a la ¿normalidad? se nos borrará de un plumazo toda la solidaridad, generosidad, valores, agradecimiento, necesidad de limpieza y regeneración ambiental... en resumen, ¿seremos capaces de volver a ser humanos, nosotros que nos autodenominamos "sapiens"?

Carmen

4 comentarios:

  1. Bravo Carmen. Eres auténtica y muy especial. Fuerte y sensible. Deja que nos "contagiemos" de ti...♥️

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  2. Grande amiga.Lo superaremos ,tu seguro que sí porque esa fuerza y alegría que nos trasmites te hace tan bella y fuerte.Te quiero guapa,no cambies por nada del mundo ni ante ninguna enfermedad����

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Uauuu Carmen...quina realitat amb la q visc i compartisc...una delicatessen haver-te llegit..i ni un punt ni una coma..tan sols dir-te q m'havera agradat molt compartir l'experiència amb tu d ser companyes...un plaer conéixer't perquè eres pura VIDA. Ja saps una de les teues missions com diria algú...contagiar de la teua Alegria i Positivisme..

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