sábado, 25 de abril de 2020

41. Crónicas de un encierro involuntario.

41.




Preocupación, siento preocupación.... Aunque mi mente intente evadirse y pensar, en que no pasará nada... Y sí, está pasando.... Empezó la alarma cuando en China empezó a morirse mogollón de gente... Y siempre piensas que China está lejos y aquí no va a llegar.... Y en un abrir y cerrar de ojos, llega. 
Sigo al pie del cañón en mi trabajo, siendo lo más positiva posible. Intentando incluso evadir a los compañeros del miedo que tenemos metido en el cuerpo. Unas risas, unas charlas... En fin, todo lo posible para mantenernos en pie. 
Gracias que sigo trabajando, aunque con mucho miedo, miedo ya no sólo por mí, si no por los míos: mi marido y, sobre todo, mi pequeña de 5 años.
Mi marido, en el paro hasta nuevo aviso, y menos mal que es paro y no erte, si no, no cobraría.... Como muchísima gente. Y mi pequeña.... A veces no la entiendo y luego pienso en que igual he sido y soy demasiado dura. 
Lleva más de un mes sin jugar con otros niños, sin ver a nadie que no seamos su padre o yo (aunque, a veces, hace videollamadas). Me pongo en su piel.... Y qué ha pasado? Qué locura es ésta? 
Preocupación es lo que siento sobre el pasotismo del centro escolar hacia este grupo de niños... Y habrá gente que no me entienda, pero si mi hija al año que viene pasa a primaria, debería de tener unas mínimas bases.... Y no, no las tiene porque desde el centro no se nos manda ningún tipo de deber, o pautas, o rutinas... Simplemente recomendaciones... Y no, no me parece bien.

Por otro lado, soy yo la única que sale a trabajar, comprar etc... Y pienso... Y si me contagio? Y si sin querer me contagio? Y lo que es peor, y si contagio a mi hija? Mi marido? Yo no tengo miedo de salir siempre y cuando me siga cuidando, no me da miedo ir a trabajar... Lo que me da miedo es contagiar a mi familia. Miedo es lo que siento cuando llego de trabajar y mi hija me quiere abrazar y le tengo que decir: "espera... que voy a lavarme o no me beses, por si las moscas"... Cómo hacemos entender esto a una niña de 5 años? 
Quiere ver a sus abuelos, tocarlos y jugar... Cómo le explico que no es posible? Bien cierto es, que pocas veces se comporta inadecuadamente, para lo pequeña que es. Le expliqué que no se podía salir, por culpa del maldito bicho, y aunque a veces no lo lleve del todo bien... es toda una campeona. 
Y sus amigos del cole? Quiere ir a un parque, jugar, correr, pelear con sus amigos... Tiene ganas de vivir, y que ahora lamentablemente no lo hace. 
Este bicho, a los pequeños, les ha quitado la vida. Porque los adultos aún somos más conscientes de la situación y el que no trabaja, siempre tiene algo que hacer por casa... Pero ¿y los niños? Han dejado de correr, han dejado de sentirse libres... 
Estos días o mejor dicho, estos larguísimos días, dan mucho que pensar. Hay gente que ni siquiera pienso en ellos. Gente que creía que eran imprescindibles en mi vida, me he dado cuenta que no lo son. Ni siquiera pienso en ellos...
Luego hay gente que creías no necesitar y son los que realmente sientes ganas de abrazar... Este maldito bicho, me abre los ojos para saber realmente quién sí y quién no. 
Pero, lo que más me sorprende es que estos días a las personas que más tengo presentes son aquellas que ya no están. El motivo no lo sé, pero pensar en ellos me reconforta e incluso pienso en lo duro que sería si estuvieran aquí y no pudiese abrazarlos.... 
En fin, este encierro involuntario sirve para mucho más que para salvaguardar la salud. Sirve para abrir los ojos y pensar lo que realmente nos hace feliz y vivir.... 

Un saludo.
Reiyel

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